Erase un viernes por la tarde cuando mi padre llegaba del trabajo, él se encontraba muy cansado porque le había tocado muy pesado en el trabajo; al llegar mi padre, mi madre le dio en un vaso jugo de mora junto con algo de comer, el comía muy tranquilo, saboreaba la carne de cerdo y el maduro frito, cuando mi padre termino de comer se dirigió hacia el cuarto donde él dormía junto con mi madre, en ese instante yo pase por ahí y de repente oí que murmuraban que íbamos a viajar a Bogotá en el carro de nosotros, al momento de escuchar eso yo saltaba de alegría, en ese tiempo yo tenía alrededor de trece años de edad, fue entonces donde fui de inmediato a contarle a mis hermanos que nos íbamos de viaje a Bogotá, fue entonces donde mi madre también ya nos iba a decir que nos íbamos de viaje y que alistáramos varias mudas de ropa para quedarnos alrededor de una semana.

Al llegar la noche mis hermanos Elkin y Diana estaban jugando en el cuarto a tirarse cosas, así que yo también quise jugar y pues comencé agarrando un zapato y se lo lance a mi hermano Elkin, él en ese instante lo que hizo fue poner su dedo índice de la mano izquierda para detener el zapato el cual tenía la suela un poco dura y la punta machacada, ahí fue donde mi hermano Elkin lo único que hizo fue reírse y agarrar una chancleta de color verde de mi hermana y me la pego en toda la parte derecha de la uña del dedo del pie izquierdo, yo en ese momento lo que hice fue apagar el bombillo y empezar a mandar patadas a diestra y siniestra, mi hermana Diana ya estaba dormida así que con tanta bulla ella se despertó y comenzó a decir que nos acostáramos a dormir porque debíamos madrugar mañana, así que nos acostamos a dormir Elkin y yo.

Al día siguiente mi mama había puesto la alarma en su celular la cual había puesto el celular al lado de la almohada que tenía mi papa, así que la alarma empezó a sonar de manera brusca y exagerada a las tres de la madrugada, en ese instante mi papa se despertó asustado y despertó de inmediato a mi mama para que nos despertara a nosotros; ella se levantó de la cama de una manera lenta y paciente en el que primero agarro el celular y apago la alarma y después se dirigió a abrir el cuarto donde estábamos durmiendo mis hermanos y yo, al llegar mi mama al cuarto nos empezó a llamar con una voz ligera y suave, la cual el único que la escucho fue mi hermano Elkin, y él se levantó y empezó a movernos a mi hermana y a mí, para que nos levantáramos, nosotros nos levantamos y nos fuimos a alistarnos rápidamente, mientras mi madre, junto con mi padre preparaban arepas con queso y huevo y café con leche para llevar, en ese momento yo cantaba porque tenía una alegría inmensa ya que nunca había viajado a Bogotá.

Ya de camino a donde nos dirigíamos llegando a Pamplona el carro nos comenzó a fallar, y empezó a botar humo por donde estaba el motor y era que se estaba recalentando; en ese momento mi padre se bajó del carro y abrió el capo, y en ese instante se contactó con un amigo que era mecánico, el cual el señor le fue dando indicaciones para que continuáramos en el viaje hasta que llegáramos a Bucaramanga a hospedarnos y mandar a arreglar el carro, para que al día siguiente continuáramos nuevamente rumbo a Bogotá.

A la mañana siguiente desayunamos en un restaurante de Bucaramanga que estaba situado en el centro de Bucaramanga y después de comer arrancamos nuevamente ya que todo se encontraba bien; al cabo de una horas yo me encontraba dormido y mi madre me despertó porque ya habíamos llegado, en ese momento abrí mis radiantes ojos y quede impactado porque ya habíamos llegado, en ese momento abrí mis radiantes ojos y quede impactado porque habían muchos edificios hermosos y cosas fascinantes que se encontraban allí, ya estábamos un poco cansados y lo único que hicimos fue buscar un hotel y donde vendieran comida; ya después de encontrar un buen lugar comimos y nos dirigimos hacia la habitación a dormir y yo todavía no tenía sueño así que decidí mirar un rato televisión con mis hermanos hasta que nos diera sueño y nos quedáramos dormidos. A la mañana siguiente dimos un paseo por los centros comerciales, con los que miramos un rato y buscamos un local donde nos vendieron comida muy deliciosa y había personas muy respetuosas y atentas, mi papa nos compró después de comer taquillas para divertirnos en los videojuegos, y en los carros chocones, y todos los demás juegos que había en esa extraordinaria sala de juegos. Nos divertimos tanto que mi papa y mi mama estaban encantados con todo esto que estábamos disfrutando; ya al llegar la noche fuimos a visitar unos amigos de mis padres, en el cual nos dijeron que, porque no nos veníamos a quedar allí con ellos, pero mis padrea dijeron que sería mejor que nos quedáramos mañana porque teníamos todas las maletas en el hotel. Ya después nos fuimos al hotel, dormimos y al día siguiente nos dirigimos nuevamente donde los amigos de mis padres, en el que nos quedamos unos días allí.

Ya al cabo del pasar de los días, nos dirigimos de regreso a casa. En el camino se nos iba presentando gente extraña, y en la carretera de un momento a otro comenzó a deslizarse el carro, en el que el carro se tambaleaba por ambos carriles, todos nos encontrábamos asustados porque el carro estaba perdiendo el control y del carril contrario venia otro carro, mi padre no sé cómo hizo o tal vez fue Dios pero el carro se estabilizo de una manera tan impactante que hizo un jalonaso demasiado brusco, el cual nos empujó de una manera inexplicable hacia el carril de nosotros, en ese momento mi madre se puso nerviosa y mi padre no sabía que decir, todos nos quedamos callados por un momento, mi padre estaciono el carro a un lado del carril derecho y se bajó del carro suavemente, solo decía que si estábamos todos bien. Ya al cabo de un rato continuamos nuestro camino y seguimos andando de manera normal; hoy día gracia a Dios estamos bien y no sucedió una tragedia la cual nos podría conllevar a perder la vida.